viernes, 5 de diciembre de 2014

3º COMENTARIO PERSONAL: "Mira lo que hago"

Javier Marías desde su columna "La zona fantasma" publicaba el artículo titulado Mira lo que hago  en el periódico El País el pasado 30 de noviembre.
Durante esta última década las redes sociales mandan y, si no inmortalizas lo que haces para colgarlo en la red (Facebook, Twitter, Instagram,  ..), es que no haces nada, no eres nadie y no tienes a nadie. No tienes vida, no existes y no puedes compartir tu inexistencia minuto a minuto con todos esos "me gusta" que te estás perdiendo. ¡Lástima de vida!
Las voces más críticas, con unos cuantos años a sus espaldas, señalan que tras cada selfie o autorretrato, detrás de todas esas vivencias maravillosas compartidas en la red, no se esconde sino un desmedido exhibicionismo, un  infantilismo eterno y una  soledad compartida.
¿Y si no es así? ¿Y si no entienden? ¿Y si es tan solo una nueva forma de comunicación?
Esperamos vuestros comentarios y aceptamos selfies no arriesgados.
Aspirational from Madrid Fashion Film Festival on Vimeo.

30 comentarios:

Anónimo dijo...

Cada vez son más l@s jóvenes, que buscan popularidad en las redes sociales de internet como Facebook, Metroflog, Fotolog, MySpace… sin mirar las consecuencias. Para ello incluso suben fotos subidas de tono y provocativas, sin darse cuenta de que con estas fotografías se convierten en un blanco perfecto para perturbados sexuales o secuestradores, entre otros.

En ocasiones la afición por subir fotos y datos personales se convierte en una adicción. Basta echar un vistazo a los perfiles de algun@s adolescentes y comprobar que las fotos sensuales, provocativas… son características.

Para los jóvenes es muy fácil asumir actitudes sin detenerse a pensar en las consecuencias, se olvidan de los prejuicios que existen en la sociedad.
Las redes sociales tienen ventajas como son los reencuentros con conocidos, relacionarse con gente nueva, compartir momentos especiales, encontrar información en tiempo real, etc. Las desventajas son los peligros que se puede tener conforme a la privacidad de la persona, puede que la persona cambien su comportamiento, la falta de control de los datos personales, pueden llegar a ser adictivas y tomar mucho tiempo del determinado, daños en la salud física y mental.

Debería de haber algunas restricciones al respecto con estas paginas sobre todo y principalmente con menores de edad.

Las redes sociales son un tipo de comunicación, información y diversión donde podemos compartir momentos sentimentales, importantes; donde nos podemos expresar hacia los demás sin tener que avergonzarnos obviamente teniendo precauciones, donde podemos pasar un tiempo hablando con amigos o familiares sobre cualquier tema. POWEL¡



Anónimo dijo...

2ºA- Kidra

Una selfie es una autofoto o autorretrato hecho por uno mismo desde un teléfono o una cámara de fotos. Las selfies, normalmente, suelen ser publicadas a redes sociales. Tomarse foto a uno mismo puede ser divertido. Incluso Obama ha tomado parte en la moda de las selfies. Sin embargo, hay personas que se sacan muchas fotos durante el día para subirlas a las redes. ¿La gente se estará volviendo narcisista? Los narcisistas buscan la gratificación y admiración de su físico, igual que estas personas que se sacan muchas selfies al día.

Las nuevas tecnologías nos han traído esta moda. Para algunos, autofotografiarse ya no se limita en sacarse una foto a si mismo, sino que consiste en retratarse en una situación peligrosa. Como subir a un rascacielos o incluso delante de un toro en San Fermín. Las redes sociales han ayudado a popularizar la moda de las selfies peligrosas. ¿No se dan cuenta que están arriesgando su vida por simplemente tener algo de “fama”? Su mayor preocupación es cuántos “me gusta” o cuántos “retweets” va a recibir dicha foto.

En resumen, esta moda seguirá mientras tengan la necesidad de publicar y arriesgar cada minuto de sus vidas. Dejemos a un lado esas fotos para subir vuestro ego y valoremos las fotos que merecen la pena ver.

Anónimo dijo...

2.D2 El camisa negra

Cuando uno va al supermercado a realizar la compra y se encuentra con un grupo de personas que se están haciendo una foto con alguien, resulta impactante.Al acercarse se da cuenta de que la persona que centraliza el foco de atención es un personaje famoso.Se trata de Álex Angulo(actor recientemente fallecido).Algo parecido ocurre cuando en lugar de una persona es un monumento o un lugar a quien nos referimos(dígase la Catedral de Notre-Dame o el Palacio de Versalles).

Todos conocemos la necesidad que se ha creado en las redes sociales para publicar imágenes chocantes.De esta manera, se aumenta el egoísmo de las personas valorando más la forma que el fondo.Al mismo tiempo, se da más importancia que una persona esté en una fotografía y se sobrevalore por haber estado en aquel sitio.En cambio,no se le da tanta importancia a que tengan conocimientos
culturales de ello.¿Por qué hay que demostrar lo que uno mismo es y conoce?¿Se incrementa el narcisismo mediante este tipo de prácticas?

Por consiguiente, uno se pregunta por qué muchos individuos no son capaces de disfrutar de algo sin que haya alguien que les contemple.El conocimiento y la cultura deben ser demostrados en un contexto y no basándose en fotos impersonales que no prueban el saber de esas personas.

Anónimo dijo...

2-A |Desconocido|
La publicidad nos manipula a su antojo, y nosotros como personas ``listas e inteligentes´´ que somos nos dejamos engañar fácilmente.Ahora que la Navidad esta a la vuelta de la esquina los televisores y radios no paran de echar humo por la cantidad de anuncios que emiten.Esto es un no parar.Sales a dar un paseo tranquilamente y ves anuncios por todas partes,abres tu correo,anuncios;enciendes la tele lo mismo,así todo el mismo.Solo nos falta ver anuncios incluso cuando dormimos.La publicidad sabe perfectamente como llamar la atención para que hagamos caso a cosas que no nos interesan en absoluto.Cualquier cosa que hay hoy en día utiliza las redes sociales para ser más``famosa´´.Las redes sociales al principio parecían ser un invento necesario y útil para personas que no se podían comunicar con sus seres queridos solo porque no estaban cerca.Pero poco a poco las redes sociales,igual que la publicidad,nos han controlado hasta tal punto que hay personas que ``no pueden vivir sin ellas´´.Mucha gente parece que tiene como único objetivo en la vida conseguir el máximo número de seguidores posibles.¿Eso sirve para algo?.Si eso sirve que venga alguien y me lo explique.

Anónimo dijo...

2.A MIRA LO QUE HAGO
ATT:12

la tecnología en hoy en día esta muy sobre valorada , para hacer cualquier cosa se usa el móvil .Se esta demasiado tiempo pegados al móvil como a la caja tonta llamada televisión . Me parece patético aquellas personas que para sentirse bien con ellos mismo se sacan millones y millones de fotos para subirla a algunas de las redes sociales esperando que le den likes su sus fotos y sin darse cuenta su autoestima ya esta dependiendo de otras personas y otros que se sacan selfis con famosos o con sus ídolos solo para usarlos como adornos para sus fotos y el motivo para tener mas likes y mas seguidores.
¿no crees que tu vida tiene que ser privada?. Abre los ojos y empieza a ser tu mismo.

Jessica dijo...

2.D -1
Las redes sociales se han puesto muy de moda a raíz de las nuevas tecnologías. Los jóvenes invierten la mayoría de su tiempo en sacar fotos a todos los lugares a donde van o a toda la gente nueva que conocen simplemente para captar la atención del resto.
Muchos de los jóvenes, se sienten incomprendidos o, quizás, desatendidos por sus padres. Por eso, recurren a las redes sociales que con sacarse una simple foto consiguen llamar la atención de la gente, sentir que alguien se preocupa por ellos y que les interesa lo que están viviendo en cada momento del día. Estos jóvenes, consiguen sentirse valorados gracias a los famosos llamados “selfies” que permiten mostrarles una imagen del momento en el que se encuentran.
Las nuevas tecnologías también tienen su punto negativo. Por una parte, los adolescentes consiguen destacar ante los demás, pero esto está haciendo que se evadan de la vida y de las cosas buenas que está conlleva. Su única fijación es sacar una buena foto para que la gente la vea, sin tener en cuenta la importancia del lugar donde está sacada o bien lo que aparece detrás de cada uno de estas fotos.
Yo creo que nosotros deberíamos de dosificar la tecnología en nuestra vida potenciando otro tipo de actividades en las cuales se aprecien los valores de las cosas materiales y de las personas, que es mucho más importante que enmarcar cada momento para presumir ante los demás. Basta con ser humilde para que la gente te quiera tal y como eres sin necesidad de saber lo que cada uno tiene o deja de tener.

Anónimo dijo...

Somos dependientes de la tecnología, llegando al punto en el cual es casi imposible imaginar que alguien no tenga móvil. Creo que es justo admitir que la mayoría dependemos en mayor o menor medida del móvil, pero no solo de este aparato sino de todo lo que trae con él.
El móvil fue creado como medio de comunicación por medio de llamadas e irónicamente en la actualidad lo último que hacemos es llamar, ¿y si esto es así, porque tal necesidad y dependencia del móvil? Muy fácil. Necesitamos de sus aplicaciones y entre ellas están Las redes sociales, que son unas de las principales causas de esta dependencia. Necesitamos aceptación por parte de la sociedad, una manera de hacernos notar y pensamos (o eso nos hacen creer) que por medio de las redes sociales lo podemos lograr.
Pasamos como normal ideas tan ridículas como compartir nuestras vidas con completos desconocidos o simplemente con personas a las cuales no les importa en lo más mínimo lo que hacemos. Pero por la ignorancia que caracteriza a esta época dependiente de la tecnología, necesitamos todo esto para nuestra autoestima, lo que nos convierte, como dice Javier Marías en personas egocéntricas a las cuales solo les preocupa su propio bienestar.
No cambiamos el mundo subiendo fotos de nuestra comida, hacernos un “selfie” en algún lugar famoso o con una obra de arte reconocida sin detenernos a contemplar nuestro alrededor, aumenta nuestro ego y demuestra la total ignorancia en la que estamos además de la necesitad de atención que necesita una persona para sentirse “aceptada” en la sociedad.
- Paula Hurtado. 2-A

Anónimo dijo...

Comentario de texto sobre "Mira lo que hago" firmado por ZERO

Cómo un joven que posee una total libertad y carece de adicción alguna, opino que... Sí, así es, no tengo móvil, ni redes sociales, estoy a salvo de perder mi vida por algo imaginario, no venderé mi alma como lo hacéis vosotros ¿Por qué hacéis esto? ¿Conseguireis la vida eterna,o quizás un mar de riquezas? No, únicamente invertiréis peor vuestro tiempo que aquellos señores del crack del 29 con las acciones, tan solo por unos seguidores más por aquí y unos “likes” más por allá. Además, la mayoría de vuestros amigos son tan o más falsos que la vida que estáis viviendo. En cuanto a la opinión del autor, me parece correcta, pero con esa actitud poco se le escuchara, y no sabe que si a uno no se le escucha, a de gritar. Ahora, para no dispararos más dardos venenosos, os diré que si os olvidáis el móvil en casa un par de veces, empezareis a ver todo con mayor nitidez, ya que ninguna cámara podrá ver tan claro las cosas como lo hacen nuestros ojos. Eso sí, si quereis drogaros sin efectos físicos negativos, es altamente recomendable. Por favor, si aún podéis abandonar esa vida, hacerlo, y para vosotros los que no lo haréis, no me comenteis el texto, sólo perdereis más tiempo.


Anónimo dijo...

Resulta de agradecer, que alguien se manifieste en contra de la monótona, aburrida y falsa ilusión, que viven los jóvenes de hoy en día, rodeados de una felicidad inexistente, confusión y manipulación. El autor, Javier Marías, describe y define lo que es ser un títere como los que se encuentran en nuestra sociedad. Especies de marionetas que buscan un bien común; el móvil. Estos seres, creen que sin el móvil, dejarían de existir, que se morirían por no colgar una foto, que si no les pusieran "X" "Me Gusta" vivirían peor.
¿Qué les induce a pensar así? La moda y las tendencias les influyen. Si esta sociedad dejara a un lado estos hábitos, se viviría diferente, no mejor, pero la sensación sería la de quitarse unos grilletes o unas cadenas. La preocupación, el estrés, y el malgasto de tiempo se esfumarían; pero esta libertad, como todo, tiene un precio, un precio que hay que pagar entre todos, pero, que muy pocos están dispuestos a pagarlo. Yo, como uno de esos pocos, no deseo el mal a los desgraciados, mas solo pretendo ayudar y colaborar en una causa, la cual parece estar perdida.
¿He de alegrarme de vivir en libertad, de vivir mejor? La respuesta es contradictoria, sí y no. He de alegrarme para que los sujetos capten esa alegría y busquen la senda de esa felicidad; pero no he de sentirme bien por mi mismo solamente, porque si no, no sería mejor que los desdichados, sino solo uno más del montón, que vive en un mundo de fantasía.
Comentario personal de Comentario personal 2.A

Erika dijo...

2.D.2
Somos muchos los que hoy en día disponemos de móviles Smartphones con maravillosas cámaras tanto traseras como delanteras. Muchos y, cada vez más. Lo cierto es que es fácil hacerse con un artilugio de estos ya que las compañías telefónicas actúan rápido y invasivamente hasta el punto de infestar las calles de móviles táctiles, cada uno más grande que el otro, pero no muy diferente entre sí.
El hecho de que sean tan fáciles de llevar encima y que además dispongan de cámaras de hasta 7pixeles nos resulta más cómodo a nosotros, a quienes tanto nos gusta exhibirnos y ser observados en el disfrute. Además, nos ofrecen la oportunidad de llamar, mensajearnos, consultar en wikipedia, activar alarmas, escuchar la radio… son tantas las posibilidades que es comprensible que la gente haya optado por desbancar el teléfono de tapa y botones gordos por los nuevos móviles tan parecidos al señor Gachet (aquel que disponía de “Gachetocosas” y era capaz hasta de volar gracias a su sombrero multiusos).
Así pues, y con la ayuda de aplicaciones como serían Skipe, Intragram o Facebook (todas ellas redes sociales); hemos llegado al punto en el que la gente es adicta al móvil y ha creado tal dependencia a éste que le es difícil desprenderse de él y recordar por un momento que existe mundo más allá de una pantalla y que merece la pena observarlo. La gente ya no observa, solo mira o mejor dicho levanta la mirada. Ahora, lo normal es ver un coche empotrado, sacarle unas fotos y rápidamente compartir esas fotos acompañadas con cualquier estúpido comentario: “menudo leñazo en mi barrio chavales!”.
Pues bien, la cosa va así y no parece que vaya a ir mejor. Cada vez se es más narcisista e infantil ya que parece haber una necesidad general de publicarnos a cada momento con el único fin de recibir algún “like” que nos haga creer más dichosos y todo esto, gracias a un pequeño cachivache que ha logrado servirnos como medio de exhibición.

Anónimo dijo...

3 comentario, 2° A:

Selfie, la palabra del año 2013 según el diccionario de Oxford. La tendencia de poder autorretratarnos nos ha vuelto un poco locos, y más si lo podemos publicar en las redes sociales para que todos vean lo que hacemos ¿verdad?

Esta repentina moda por autofotografiarse nos ha llevado a preocuparnos mas por los 'Me Gusta' en nuestras redes sociales que en llevarnos el mejor recuerdo de un momento épico. Al principio, usabamos este tipo de autorretratos para mirarnos como si de un espejo se tratase o por algún motivo, se nos disparó la cámara sin querer. Ahora, el selfie es una foto para vernos monos, guapos y sobre todo para llamar la atención de todo aquel que esta dispuesto a ver tu foto en tu red social. Algunos lo llaman exhibicionismo y narcicismo, otros en cambio lo mantienen como un recuerdo de un momento que queremos capturar.

Con los selfies, transmitimos una imagen pública. No necesariamente nuestra mejor imagen, pero la imagen qué nosotros queremos. Existe el poder de controlarla y de discriminarla. De alguna manera, con estas autofotos gestionas tu reputación. Y cómo tú te quieres a vender a tus amigos. Todos obtenemos un minuto de fama.

16

Anónimo dijo...

En los últimos años internet se ha convertido en una prioridad en muchos aspectos. Es cierto que es bastante útil, para buscar información e incluso para comunicarse con personas que están en cualquier parte del mundo, ha facilitado mucho la comunicación.
Redes sociales como el Facebook, twitter, Instagram, entre otras, que en un principio se utilizan con el fin de comunicarse, ya no se utilizan con ese fin, se han convertido en una especie de “diario” en el que tienes que publicar todo lo que haces y en algunos casos esto puede traer consecuencias como el acoso o el bullying. También se ha empezado a tener cierta dependencia, solo basta con salir a la calle o subir al metro y ver que todos tienen el móvil en la mano, ahora es una tragedia ir a algún sitio en el que no tengan conexión a internet, porque no puedo hablar por el WhatsApp, ver los me gusta que he recibido, ni publicar un selfie de lo que estoy haciendo. Podríamos decir que esto ha ocurrido relativamente hace poco, si nos ponemos a pensar en un par de años atrás, las cosas no eran así.
Si, internet ha sido un gran avance, las consecuencias pueden ser positivas ya que la tecnología ofrece muchas facilidades, sin embargo, en una balanza de ventajas y desventajas, gana claramente la negativa, esto se ve en el hecho de que ya no tienes vida, si no tienes una red social o el último móvil que salió, porque no estas “actualizado”.
Concluyendo, creo que la tecnología puede ser muy productiva si se usa correctamente, sin olvidar el sentido de la vida y las relaciones interpersonales, que al final son las que nos convierten en humanos.

Leo

Anónimo dijo...

Comentario personal: “Mira lo que hago”---2.D(1)--Leire

En el texto “Mira lo que hago”, Javier Marías nos presenta un tema muy común hoy en día: si no inmortalizas casi todo lo que haces en las redes sociales (bien colgando fotos o escribiendo “tuits”), es como si no hicieras nada y no eres nadie.

Los jóvenes de ahora, están acostumbrados a conectarse mediante internet y en vez de llamar a sus amigos para salir a la calle, chatean mediante aplicaciones del móvil como “whatsapp” y “Twitter”. ¿Mi opinión? Se están perdiendo las buenas costumbres. Antes, salían a la calle y se divertían con cualquier cosa, con tal de estar todos juntos y pasárselo bien. ¿Ahora? Ahora salen a la calle y lo primero que hacen es coger el móvil: “¡Mira que juego me he descargado!”, “¡Voy a subir esta foto, a ver cuantos “likes” consigo en “Instagram”!” ¿Nuevo modo de comunicación? Puede, pero es necesario saber cuando hay que utilizarlo y no abusar de ello.

También es cierto que, de este modo, los adolescentes son capaces de expresar mejor sus sentimientos y, además, aumentan su autoestima. Así, tienen un apoyo que les ayuda a superar la dura etapa de la adolescencia. Por otra parte, se sienten arropados, saben que siempre va a haber alguien que los escuche, sintiéndose importantes. Aunque esto puede tener su parte positiva o negativa. Al tener más confianza en si mismos, también son capaces de hacer cosas que no harían en persona, cómo es el caso del “Ciberbullying” (donde acosan por internet a menores).

Internet es un mundo infinito del que no sabemos casi nada. Las redes sociales tienen su parte positiva, ya que ayudan a los adolescentes a comunicarse entre ellos de una manera más sencilla, pero su uso es excesivo. Han llegado al punto de tener que enseñar a todo el mundo lo que están haciendo en cada momento, pensando, ingenuamente, que lo van a ver. Alguien lo hará, sí, pero no a todo el mundo tiene por qué interesarle lo que estés haciendo.

Anónimo dijo...

Desde hace unos años el gran avance en las tecnologías de la información y telecomunicación ha traído consigo la aparición de las redes sociales en internet y la posibilidad de una comunicación interpersonal a distancia a través de ellas.
Esta ha sido una corriente que ha proporcionado muchas nuevas posibilidades y facilidades aunque también varias costumbres que están siendo criticadas hoy en día. Una de estas costumbres ha sido la preocupación continua de estar conectado a la red en todo momento y de la misma manera cierta necesidad de compartir a través de ella casi todo lo que hacemos. Compartir con el mundo en nuestros perfiles fotos, autorretratos, selfies con amigos, o simplemente comentar que estamos haciendo en cada momento.
El problema es que mucha gente relaciona esta actividad en las redes sociales con una dependencia continua del móvil cosa que no es lo mismo. Mantener el contacto con nuestros amigos o compartir nuestras experiencias en cierta ocasión es un punto positivo pero en muchas personas crea una gran dependencia. No es difícil ver hoy en día gente o amigos que por estar con sus móviles hablando dejan a un lado la comunicación verbal directa que siempre habían tenido. Otro gran problema que ha producido esta masiva expansión de las redes sociales es que muchas personas se sienten casi obligadas a registrarse en ellas o usarlas ya que la inmensa mayoría de las personas de su entorno las utilizan y no quieren ser ellos los “diferentes” que tanto a criticado y critica la sociedad actual. Por no hablar del interno funcionamiento dentro de estas donde se llega a tratar a una persona mas o menos bien por su numero de Seguidores o amigos. En mi opinión las redes sociales son muy superficiales donde una persona que consigue muchos “favs” en sus fotos propias es mucho mejor aceptada y valorada que los demás, lo cual también llevaría a una gran exclusión de muchas personas en estas redes, pero este es un hecho que tarde o temprano debemos aceptar que es completamente inevitable.
Por lo cual compartir a través de estas redes virtuales nuestro contenido no creo que sea ningún comportamiento “infantil” como comparten varios críticos, sino una manera mas de continuar con nuestras relaciones interpersonales, pero debemos eso si, controlar como y cuando usarlas de manera que no nos creen una dependencia que nos robe tiempo en nuestras otras obligaciones y sobretodo que no reduzca el tan necesario método de comunicación tradicional que nunca deberíamos perder.

2.D (2) /Alvarito/

Jon Ander dijo...

“ MIRA LO QUE HAGO ”

Hoy en día, millones de personas comparten sus momentos a través de las redes sociales. El avance de la tecnología ofrece muchos recursos para mantenerse en contacto con otras personas y visualizar fotos sobre la vida de cada uno. Estos recursos están siendo sobreexplotados ya que gente de todas las edades utilizan las redes sociales para colgar fotos y videos continuamente, buscando mediante “Likes”, “Retweets” o “Favs” la aprobación de sus amigos, familiares e incluso de personas desconocidas.
Estas acciones se han vuelto cada vez más comunes y llegan a ser indispensables para muchas personas. De hecho, hace unos días, uno de mis compañeros del equipo de fútbol en el que milito me preguntó a ver por qué no me hacía “Instagram”. Yo le contesté que no quería hacerme cuenta en esa red social porque ya tengo cuentas en “Facebook”, “Tuenti” y “Twitter”, y ni siquiera las uso. Creo sinceramente que, el excesivo uso de las redes sociales, perjudica al que las usa. Utilizar estos lugares de encuentro social cibernético de manera moderada es beneficioso pero desmedir su uso puede generar problemas que, aunque al principio parecen insignificantes acaban siendo problemas mayores. Las redes sociales, para mucha gente, son un tipo de droga: necesitan usarlas porque si no lo hacen sienten que les falta algo y, cuando no pueden utilizarlas, les surge un tipo de “mono”. Además, al chatear por aparatos electrónicos, como no puedes mirar a los ojos a la persona con la que estás hablando, no es difícil que pueda haber cualquier tipo de malentendido, ya sea un comentario despectivo desintencionado o una broma incomprendida en el momento menos adecuado.
Por tanto, pienso que lo ideal es usar las redes sociales para contactar con amigos, familiares y conocidos, para compartir con ellos fotos, videos y sensaciones, y para divertirse, pero limitando su uso. En mi opinión hay que mostrar que las redes sociales están bien para utilizarlas discontinuamente y no a todas horas. Actualmente, ha surgido la necesidad de fomentar el hablar “cara a cara” con las personas de nuestro alrededor, ya que las redes sociales se han apropiado de una gran parte de nuestro tiempo libre.

Anónimo dijo...

(2.D,2. LaBludgerLoca)

Quien esté libre de redes sociales, que tire la primera piedra, porque hoy en día encontrar a alguien que no sea usuario de no sé qué página o no posea (por lo menos) un correo electrónico es tan difícil como ser el primero que tire la piedra. Antes parecía cosa de jóvenes estar enganchado a redes como el ya anticuado ''tuenti'' o el prehistórico ''messenger'', pero ahora cualquiera que pueda acceder a Internet tiene todo tipo de cuentas, cada una diferente, en las que sube fotos o videos, comenta cualquier tontería o habla con sus amigos públicamente. En definitiva: cuenta su vida.

Cuanto más usa la gente una red, más gente se une y al unirse más gente, lógicamente, la gente la usa más. El caso es que usarlas más significa más tiempo pegados a la pantalla y eso hace que la gente haya dejado de visitar esas páginas en sus ratos libres, por gusto, para hacerlo ahora a todas horas. Anda que no ha habido veces en que hemos visto un grupito de amigos cada uno con los ojos pegados a su móvil, o gente hablando pero con los cascos puestos mientras (se supone) escuchan a la otra persona, o personas sacándose infinitas fotos en cualquier sitio a cualquier hora...

Y todo esto, ¿para qué? ¿Con qué fin? Bueno, dudo mucho que, por ejemplo, guarden mil sesiones de fotos por que sí. Es lo que tienen las redes sociales, que también en cualquier sitio y a cualquier hora puedes entrar y (porqué no) subir tus fotos. Antes se hacía solo por enseñárselo a los amigos y familia, pero ahora con las redes sociales públicas, cualquiera puede ver nuestro viaje a Egipto o nuestro cuarto de baño. Pero no es solo que alguien quiera ver esa parte de nuestra vida, sino que nos gusta. ¡Qué alegría cuando tienes otra visita! ¡Ay, cuando tienes un ''follower'' más! Y de verdad, ¿merece la pena?

No está mal enseñar una foto, subir una idea, nombrar a un amigo o cualquier otra cosa, pero no creo que sea necesario anteponer ese sentimiento de gustar a la gente al de la compañía de alguien en la vida real.

Anónimo dijo...

Es innegable que la tecnología y sus avances están en las manos de todos a diario, y sería una necedad negar los múltiples beneficios que esta nos ha otorgado. Pero, ¿será cierto eso de que hemos llegado al punto en el que “lo poco gusta y lo mucho cansa”?

Dudo mucho que “lo mucho” canse, ya que estas nuevas tecnologías ponen a nuestro alcance un amplio abanico de oportunidades y elecciones que hacer. “Lo mucho” no cansa porque nadie elige verlo todo, cada uno, busca y selecciona en ese amplio abanico lo que le gusta, lo que quiere ver. ¿A quién no le agrada, y sobre todo en estas fechas, ver las fotos de sus amigos en las calles llenas de luces, en las cenas, las reuniones de amigos y en los demás eventos navideños?

Todos disfrutamos de este tipo de cosas y las compartimos con los seres que queremos, siendo así, ¿Por qué ponemos después a parir ese comportamiento juvenil de sacarse fotos allá donde estén y hacérselo saber a todos? Tiene una respuesta fácil, estas nuevas tecnologías son a los jóvenes lo que a los adultos (y también a algunos jóvenes) han sido (y son) las revistas de prensa rosa, todo el mundo dice odiarlas y las critica, pero nadie puede resistirse a leerlas.

Los jóvenes han de encontrar una medida a ese uso de los nuevos medios, pero los mayores han de aceptar que esto es lo que marca a esta generación y que además, no solo a ellos les gusta hacer ese uso tecnológico.

@josumrt
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Unknown dijo...

Los últimos años se han vivido varias modas alrededor de los móviles. Actualmente estamos en la época de los selfies, fotos de grupo o de pareja sacadas por uno de los fotografiados, y esto me ha hecho pensar en la privacidad. Los seguidores de esta moda (mayormente jóvenes) tienen tendencia a colgar sus autorretratos en redes sociales como Facebook o Instagram, exponiendo sus costumbres y gustos ante todo un mundo de personas que con tan solo una conexión a Internet pueden saber todo lo que quieran sobre cualquiera.
Puede parecer que el simple hecho de colgar fotografías en la red no supone gran riesgo, que unas simples fotos de unos chavales divirtiéndose no hacen daño a nadie…pero un descuido, por muy insignificante que sea, puede ser una herramienta de chantaje muy efectiva. De hecho, los peores casos de ciber-chantaje se han solido dar en aquellos personajes célebres que en un momento de su vida sirvieron de ejemplo para una de todas esas modas pasajeras. Fotos en la playa, sin maquillaje e incluso en situaciones comprometidas han sido grandes causas de dolor de cabeza para diferentes famosas como Rihanna, Scarlett Johansson o Miley Cyrus.
En conclusión, una simple foto para divertirse puede acabar en algo mucho peor que el aburrimiento. Los jóvenes crean sus modas a partir de las acciones de los famosos, pero lo que deberían de hacer es aprender de los errores que sus ídolos cometen y cuáles son sus consecuencias.

Sara G. dijo...

Como podemos apreciar en el articulo de Javier Marías y en el video del Fashion Film Festival,parece que en la actualidad es más importante poder demostrar a traves de una red social que has vivido tal esperielcia, que el hecho de haberla vivido en si.
Actualmente, la gente siente la necesidad de colgar en sus redes sociales fotos y videos de ellos y sus amigos en lugares, o practicando actividades.Y ya no es que la gente lo haga como hobby, es que hay gente, que lo hace solo para exhibirse, simplemente para saber lo que la gente, ya sean desconocidos, piensa de ella, y ver cuantos likes o followers nuevos consigue.Demostrando asi, un egocentrísmo barato.
En mi caso, cada vez que subo una foto a una red social, es para compartira con amigos y familiares, sin importarme la cantidad de "me gusta" que reciba y cuál sea la opinion de los demás.Pues, no tengo esa necesidad de que la gente sepa que,cuando y porque, estoy haiendo algo, para poder seguir con mi vida.

Anónimo dijo...

El uso de las redes sociales ha aumentado notablemente en los últimos años. Estas páginas sirven para relacionarse con gente de todo el mundo, para publicar tus fotos y tus emociones. La gente se ha enganchado a esta moda de redes sociales como Facebook, Instagram, Twitter… hasta tal punto que llega a crearles adicción. De hecho, continuamente vemos por las calles a gente haciéndose un selfie para minutos después tenerlo publicado en una red social. Los más adictos a esto de las redes sociales son los adolescentes. Aun así, bastantes personas de cierta edad también las utilizan.
Los más afectados de esto son ellos mismos, ya que llega a crearles tanta adicción que no pueden vivir sin hacerse un selfie o sin utilizar las redes sociales. De hecho, ya hemos podido conocer noticias de gente que ha llegado a suicidarse por no poder utilizar estas páginas, o lo más común, parejas que han tenido que cortar su relación porque uno de los dos se pasaba el día delante del ordenador enganchado a la red. Por ello, deberíamos de controlar más el uso de este tipo de páginas y no vivir tan pendiente de ellas.
En conclusión, no debemos de ser enemigos de las redes sociales ya que proporcionan ventajas que podrían ser útiles para la vida cotidiana, eso si, siempre sin perder el norte, ya que una cosa es utilizar las redes sociales para comunicarse o para el tiempo libre, y otra muy diferente es que nuestra vida gire en torno a ellas.

2.D - 1 (Mikel Fernández)

Anónimo dijo...

En la última década tal como comentaba Javier Marías en su artículo es evidente que necesitamos el uso de las redes sociales para conllevar el día a día. El asunto es que no podemos estar sin comentar lo que hacemos en cada momento, convirtiendo así más importante el factor de subir las fotos a las redes sociales que el mero hecho de vivir el momento y disfrutarlo. Nos conformamos con que las personas que nos siguen en las redes sociales ya sean conocidas o desconocidas nos den “me gustas”.
En lo que a mí me respecta, creo que esta necesidad de mostrar continuamente lo que hacemos se debe a la infantilización de la sociedad. Del mismo modo que los niños tienden a estar llamando la atención de los padres, los jóvenes (principalmente, pero los adultos tampoco están descartados), suelen tender a ese fenómeno de necesidad de comentar todo aquello que hacen. Por otro lado, este problema se puede considerar un nuevo método de comunicación, con el cual la sociedad siente la obligación de actuar de ese modo para ser alguien.
En conclusión, este nuevo método de comunicación que ha surgido a causa de la infantilización, lo único que provoca es la preocupación de estar con la mirada puesta a todas horas en la pantalla del móvil u ordenador, para ver aquello que otras personas publican en sus perfiles o el hecho de que cada uno esté esperando un momento histórico, para subir la foto y no por el contrario para disfrutarlo. Dejando así detrás de cada foto o selfie, la intención de tener “me gustas” para que sea popular.

2.D-1 (Ane del Río)

Anónimo dijo...

2.D – 2 (Arial)
Cuando éramos pequeños sentíamos una necesidad de innovar y todo aquello que hacíamos nuevo tenía que ser visto por alguien ya que sentíamos la necesidad de tener testigos de nuestros actos. Pero no nos engañemos. Este no es únicamente un comportamiento infantil. Cuando crecemos seguimos sintiendo esa necesidad de contarle lo que hacemos al mundo, a donde vamos, que hacemos, con quien estamos, que comemos. Es por eso que siempre tratamos de explicar cada detalle de nuestras vivencias, ayudándonos tanto de fotos como de videos que verifican y explican con exactitud aquello que hemos hecho y visto, pero ¿esa preocupación de fotografiar todo aquello no nos impide disfrutar del momento?
Hace unos años ansiábamos llegar de nuestros viajes para poder enseñar a todos nuestra estancia. En cambio, a día de hoy, la nueva tecnología (especialmente los smarphones y las redes sociales) nos permite enviar instantáneamente la foto que acabamos de realizar. Debido a este hecho nos pasamos la mayor parte del tiempo fotografiando todo, desde esculturas y edificios hasta la comida que en breve comeremos y la silla en que nos sentaremos. Seguido subimos estas fotos a redes sociales como twitter o instagram y nos tiramos un largo periodo en frente de la pantalla esperando con ansia los “me gusta” de nuestros seguidores. Este proceso que realizamos nos lleva un tiempo en el que impacientes esperamos las respuestas de la gente. El problema es que si no encontramos testigos de nuestras acciones sentimos que aquello que hemos hecho o hemos visto es como si no hubiera sucedido.
Por consiguiente, queda claro que esta necesidad de demostrarlo todo y de buscar a quien hacerlo se ha vuelto imprescindible, por lo que si nadie ve nuestras pruebas irrefutables es que no hacemos nada, no somos nadie y no tenemos a nadie. Pero no nos hemos parado a pensar que el tiempo que le dedicamos a hacerle fotos a las cosas, subiéndolas a la redes o mandándolas a nuestros amigos y familiares no hacemos más que perder un tiempo que podríamos aprovechar para disfrutar de verdad aquello que al final vemos mas a través de una pantalla a pesar de tenerlo delante.

Unknown dijo...

Los últimos años se han vivido varias modas alrededor de los móviles. Actualmente estamos en la época de los selfies, fotos de grupo o de pareja sacadas por uno de los fotografiados, y esto me ha hecho pensar en la privacidad. Los seguidores de esta moda (mayormente jóvenes) tienen tendencia a colgar sus autorretratos en redes sociales como Facebook o Instagram, exponiendo sus costumbres y gustos ante todo un mundo de personas que con tan solo una conexión a Internet pueden saber todo lo que quieran sobre cualquiera.
Puede parecer que el simple hecho de colgar fotografías en la red no supone gran riesgo, que unas simples fotos de unos chavales divirtiéndose no hacen daño a nadie…pero un descuido, por muy insignificante que sea, puede ser una herramienta de chantaje muy efectiva. De hecho, los peores casos de ciber-chantaje se han solido dar en aquellos personajes célebres que en un momento de su vida sirvieron de ejemplo para una de todas esas modas pasajeras. Fotos en la playa, sin maquillaje e incluso en situaciones comprometidas han sido grandes causas de dolor de cabeza para diferentes famosas como Rihanna, Scarlett Johansson o Miley Cyrus.
En conclusión, una simple foto para divertirse puede acabar en algo mucho peor que el aburrimiento. Los jóvenes crean sus modas a partir de las acciones de los famosos, pero lo que deberían de hacer es aprender de los errores que sus ídolos cometen y cuáles son sus consecuencias.

Anónimo dijo...

2.D: 1 (NEMO)
El siglo XXI es una época que supone un gran desarrollo y descubrimiento tanto en el aspecto tecnológico como en el social. La tecnología, en cambio, es un conjunto de conocimientos que permite facilitar las necesidades esenciales de las personas. ¿Pero es en realidad cierto que las nuevas tecnologías ayudan a las personas o son tan solo un instrumento más que perjudica a los individuos? Sin ninguna duda, ambas afirmaciones estarían incluidas en las opiniones de muchos ciudadanos. Ya que además de ayudar, hacen que las personas dependan más de ellos y que por consiguiente, se vuelvan más vagas, más perezosas.
Un claro ejemplo sería el siguiente: los niños, son ordenados por los padres a enviar cartas al ``Olentzero´´ y éstos, a la hora de realizarlo, lo hacen a través del ordenador. Encender, teclear, imprimir ¡y listo! Las buenas y viejas costumbres se están perdiendo y esto ocurre por la influencia de la aparición de unos nuevos modernos utensilios como el ordenador.
Más allá de los aparatos electrónicos (también como elemento de la tecnología del futuro) existen varias páginas de web conocidas como redes sociales, en las que cualquier habitante del mundo, sea estadounidense o chino, presenta una estructura social, es decir, comparten fotos, videos incluso opiniones sobre lo que han realizado durante ese día y a lo largo de la semana. Aunque muchos utilicen estas redes como vías gratuitas de comunicación con los seres queridos que se encuentran a mucha distancia de ellos, otros utilizan la web con el simple hecho de alardear o presumir de lo que tienen. En muchas ocasiones, están tan pendientes, que incluso no prestan atención a lo verdaderamente importante. Por lo cual, como bien argumenta el autor, tratan de llamar la atención de los demás para justificar su existencia en el mundo. Como lo hacen los niños de hoy en día.
Por consiguiente, vista la situación actual que generan las redes sociales, creo que en ciertos momentos deberíamos de volver años atrás y tomar ejemplo de ello. Disfrutar de los momentos y de los lugares sin estar preocupados de qué publicar o comentar para que lo vean los demás.

Nagore Martínez López dijo...

2ºD-2
¿Por qué desde hace unos años se ha difundido tanto la palabreja “selfie”? ¿Favorece o perjudica a nuestra vida?

El “autorretrato”, actualmente llamado “selfie”, es un término que a los fotógrafos profesionales no les agrada lo suficiente. La palabra autorretrato viene de generaciones anteriores; cuando un simple pintor se pintaba así mismo, o una persona dejaba su rostro grabado en alguna simple masa.
Entonces, ¿Por qué se ha extendido tanto últimamente? Pues bien, hoy en día mucha gente tiene un teléfono portátil con cámara de fotos frontal o únicamente con la trasera, y a su vez una cuenta en Instagram, snapchat, twitter, Facebook… Esto hace que la sociedad esté en una carrera continua para obtener el último teléfono móvil y utilizar la más novedosa, la red social más utilizada. Subir en todo momento tus “selfies”, para que tus seguidores contemplen en donde te ubicas, en qué compañía y qué estupendamente te lo estás pasando. ¿Simplemente son ganas de compartir con los demás unos momentos agradables, o ganas de llamar la atención, ser el más gracioso, el más atrevido, el más en lo que sea?
Si a nosotros se nos está llenando de “selfies” y de redes sociales la cabeza, ¿De qué se les llenará a nuestras siguientes generaciones? Es una pegunta con una respuesta impredecible, que se nos empieza a plantear.

Pues bien, los “selfies”, como hoy en día se ven, pueden tener gracia, son simpáticos y un tanto peculiares; pero… ¿verdaderamente pueden ser bonitos o artísticos? Parece claro que nunca ganarían un concurso de fotografía por su dificultad técnica; más bien, se pueden considerar como una gracia, divertidos, por el rato que pasa cada cual auto-fotografiándose; con familiares, amistades, con las mascotas del susodicho, de fiesta, “con morritos”… Pero ¿nos gustaría enseñar un álbum a nuestra siguientes generaciones, con únicamente, caras en primerísimo plano sin apreciarse bien el paisaje, o con los morros y con la mano poniendo una “V” y otras cosas que estamos acostumbrados tanto a realizar como a ver? ¿A quién no le aparece una sonrisa observando fotos de tiempos pasados? ¿Y a quién no le gusta decorar la casa con fotos que nos traigan buenos recuerdos?
Como todo en esta vida, lo poco gusta y lo mucho cansa. Los “selfies” no dejan de ser una forma más de cómo nos dejamos arrastrar por las modas. Creyendo ser originales, se cae en lo mismo que hace todo el mundo y en el abuso de algo, que en su justa medida, puede ser divertido. Es como el amigo que está contando siempre chistes, de todo tipo, buenos, malos, divertidos, sin gracia… al final se acaba uno cansando y poniéndole, como mínimo, el mote del “graciosillo”, de forma despectiva. De igual forma, tantos “selfies” llega a cansar, y esperemos que no sea el retrato de la vida, ya que la vida no sólo es hacer la gracia, sino la vida es para vivirla con gracia.

quattuor dijo...

2D (2)
Cada día publico parte de mi en las redes sociales ,la mayoría de veces son datos sin importancia que probablemente no contaría a otra persona si fuera cara a cara. No hay un motivo que me incite a ello ,simplemente lo hago.
No somos conscientes de la cantidad de datos e información nuestra que hay en internet ,información que aunque no parezca a la larga puede ser perjudicial ,por ejemplo cuando se busca trabajo. No hay razón aparente por la que publicar todo esto, pero aun así se hace. Además no es suficiente con que los más cercanos vean el perfil de uno, ya que en muchos casos existe una especie de competencia de ver quien consigue más atención de la gente, y esto se mide por el número de “me gusta” que tienen las fotos o el número de seguidores que tiene una cuenta.
Aunque casi todo lo que se dice sobre este tema sean críticas, también aportan cosas buenas; además poco a poco se ha convertido en algo indispensable, tanto que si las quitasen sería como si hace unos años quitasen algo tan importante como la televisión.

Unknown dijo...

“Mira lo que hago” es un artículo periodístico escrito por Javier Marías en el que habla sobre la necesidad que tiene la gente de ser tan infantil, ya que mediante las nuevas tecnologías (redes sociales), ellos quieren mostrar todo lo que han hecho, como si fuera un logro.

Casi toda la población del mundo desarrollado utiliza alguna red social. Eso conlleva a mostrar a la gente mediante fotos (selfies) o comentarios lo que ellos hacen día a día. Pero, hay algunas personas (sobre todo los jóvenes) que son muy infantiles; es decir, hacen lo que sea por llamar la atención. Por ejemplo, si alguien ve a algún famoso, lo más lógico sería sacarse una foto o un autógrafo para podérselo guardar como recuerdo y si es posible, intentar conversar con ese famoso. Sin embargo, ahora lo que hacen es subir esas fotos que se han sacado con el famoso para presumir de ello.

En conclusión, estoy de acuerdo con Javier Marías porque por culpa de las nuevas tecnologías, las personas se han convertido más infantiles. Las redes sociales han hecho que la gente sienta la necesidad de hacerse fotos (por ejemplo) y mostrárselas a los demás sin darle la importancia o el valor que hay que darle; puesto que solo quieren sentirse importantes por haber hecho o conseguido algo que otros no han sido capaces

Anónimo dijo...

2.D (1) Jota
Cada día son más las personas que se sacan selfies y luego las cuelgan en las redes sociales con la intención de que todo el mundo sepa lo que están haciendo o lo bien que lo están pasando. Además incluso algunos anuncios animan a la gente a que se hagan fotos y las suban a las redes sociales con la finalidad de ganar algún premio.
A parte de sacarse selfies para subirlas a las redes sociales, la gente se saca esas fotos para tener recuerdos de los sitios en los que han estado o de experiencias que han vivido sin darse cuenta que haciendo eso dejan lo realmente importante en segundo plano quedando como imagen principal la cara.
Como consecuencia de esta fiebre mucha gente ocupa todo o gran parte de su tiempo de ocio enganchado a las redes sociales, esperando a recibir algún “me gusta”, nuevos seguidores o comentarios, dejando de cultivar las relaciones directamente personales y dejando de lado otras obligaciones como pueden ser los estudios. Y es que mucha gente parece haberse vuelto como niños pequeños intentando ser siempre el centro de atención.

Anónimo dijo...


El Hombre En El Anonimato
2.D-2
Selfie, una palabra que en los últimos años ha ido cogiendo mayor importancia para las vidas de muchas personas. La palabra selfie a la que nos referimos cuando nos hacemos una autofoto tiene un sentido escondido del que no nos llegamos a percatar. Este otro lado del selfie nos hace ver como es la sociedad de hoy en día en la que si no demuestras que has hecho algo o has estado en ese lugar en concreto, no eres nadie y tu vida no tiene sentido.

Las redes sociales son el principal apoyo de estas causas en las que si no tienes un like, si no tienes un retwitt o un fav o si no tienes los suficientes seguidores no eres lo suficiente bueno como persona. E aquí el sentido del selfie , gracias a él podemos corroborar nuestra existencia en el mundo y eludir esa sensación de soledad y marginación que podemos llegar a sentir al no enviar esa dichosa foto .

Anónimo dijo...

Llamémoslo móvil, llamémoslo un apéndice mas del cuerpo humano. Sin ninguna duda podemos decir que los móviles, redes sociales… han cambiado mucho la forma de socializarse.

Recuerdo los viejos tiempos cuando siempre se quedaba a una hora en algún sitio con los amigos para ir a jugar al futbol o estar haciendo chorradas. No teníamos whatsapp ni redes sociales, simplemente se quedaba y hablábamos o jugábamos. Si algún suertudo tenia móvil con cámara nos hacíamos una foto que simplemente quedaba guardada en ese móvil, sin retoques, sin subirla a instagram,Twitter… de una calidad irrisoria pero con un peso sentimental mayor.

Yo era pequeño, pero quiero pensar que las relaciones de pareja eran mas sencillas. Simplemente quedar, llamarse, mandar algún mensaje… no existía la dependencia que aplicaciones como whatsapp crea hoy en día ¿Cuántas relaciones se habrán visto afectadas por un whatsapp no respondido, o por la famosa hora de ultima conexión?

Es cierto que toda esta nueva tecnología tiene sus ventajas a la hora de comunicarse, conseguir información, entretenerse… pero también tiene sus partes negativas como la dependencia que crean dichos aparatos. No seré yo el que haga balance sobre esto, lo dejo en vuestras manos.
Erpapirrexulon