miércoles, 30 de septiembre de 2015

1º BACHILLERATO. PRIMER TEXTO: Tema y Resumen

El romántico sueño de ser librero


La librería City Lights de San Francisco. / ROBERT ALEXANDER  (GETTY IMAGES)
Un librero es alguien que trbaja 12 horas al día, lee por la noche y nunca se enriquece”, señala Baptiste-Marrey en una de sus obras. Pocos de los que se dedican al oficio pueden negar lo que sostiene el escritor francés. Los libreros se quejan de las servidumbres de una profesión poco rentable, de su tediosa parte administrativa, pero no dejan de reconocer el halo de romanticismo que rodea a un trabajo que consiste en vender un producto único, capaz de proporcionar placer, enriquecimiento e incluso altas dosis de transformación. “Muchas personas a las que les gusta leer nos dicen que su sueño es convertirse en libreros. Nosotros lo entendemos, pero ahora soñamos con tener tiempo para leer”, comentan jocosamente Gonzalo Queipo y Alfonso Tordesillas, al frente de la madrileña Tipos Infames. A ambos les parece estupenda la idea de la escocesa The Open Book, ubicada en Wigtown, el pueblo de los libros, de ofrecer un plan de vacaciones muy particular: ejercer como libreros durante una o dos semanas tras recibir el necesario asesoramiento de expertos.
Por 30 euros la noche, los interesados pueden alojarse en un apartamento situado en lo alto del local, con ordenador a su disposición, acceso a Internet y una bicicleta para recorrer los bucólicos alrededores de la localidad, según venden los organizadores del Wigtown Festival de los Libros que se celebra a finales de septiembre. Podrán hacer turismo después de cumplir con las obligaciones de abrir y cerrar la librería, atender a los clientes y elegir los libros para el escaparate y la mesa de novedades.
¿Pagar por trabajar o por cumplir un sueño? Algunos pueden llevarse las manos a la cabeza y considerar que la idea no está lejos de la explotación laboral tan al uso en estos tiempos; otros pensarán que no tiene precio la posibilidad de hacer realidad una fantasía, más cuando con ello están ayudando a una librería independiente a mantenerse a flote al tiempo que reciben un cursillo sobre el terreno en gestión de este tipo de negocios. “Entiendo que alguien quiera pagar por comprobar en qué consiste esto de vender libros; igual que puede haber gente dispuesta a hacerlo por vivir la experiencia de ser piloto de Fórmula 1, ¿por qué no?”, se pregunta Gonzalo Queipo. En Tipos Infames, de hecho, llevan años invitando, con éxito, a distintos personajes del mundo cultural a ejercer de libreros por un día. “Entre tantas formas horribles que existen de hacer turismo, esta iniciativa me parece algo lúdico y bonito que dice mucho de la sensibilidad de quienes la eligen”, dice Óscar García, uno de los responsables deCervantes y Compañía, otra librería de Madrid que apuesta por actividades de diversa índole para atraer a su público. Presentaciones, lecturas, conciertos mientras se toma una copa entran en su carta, pero, sin embargo, García reconoce, entre risas, que él se lo pensaría mucho antes de dejar que un desconocido se ocupase del escaparate.
Frente al constante y alarmante cierre de librerías (en España, 912 echaron el cierre en 2014 frente a 226 nuevas aperturas), al sector le queda renovarse y jugar las cartas de la creatividad y la imaginación. En otro rincón del mundo, en Tokio, se acaba de abrir un Book and Bed, un hotel librería que ofrece a sus huéspedes la oportunidad de quedarse a dormir entre sus obras favoritas, en literas construidas entre las estanterías, muy cerca de personajes de ficción y también de otros letraheridos de carne y hueso. Bienvenido todo lo que sea mantener el fructífero, necesario, diálogo con los libros. Adelante todo lo que tenga que ver con cumplir un sueño.
elpaissemanal@elpais.es

2º Comentario: ¿Cada cual a su aire?

"Quiero estar soltera, pero contigo", la carta que arrasa en las redes sociales

La escritora canadiense Isabelle Teissier triunfa con un texto en el que plantea el deseo de tener una relación con alguien combinado con la libertad de no sentirse atada

Una escritora canadiense de 33 años, Isabelle Teissier, ha escrito una carta que ha arrasado en las redes sociales. En ella plantea el deseo de tener una relación con alguien combinado con la libertad de no sentirse atada.
"Quiero que vayas a tomarte una cerveza con tus amigos, para que al día siguiente tengas resaca y me pidas que vaya a verte porque te apetece tenerme entre tus brazos y que nos acurruquemos. Quiero que hablemos en la cama por la mañana de todo tipo de cosas, pero algunas veces por la tarde; quiero que cada uno haga lo que quiera durante el día.
Quiero que me hables sobre las noches que sales con tus amigos. Que me digas que había una chica en el bar que te ponía ojitos. Quiero que me mandes mensajes cuando estés borracho con tus amigos para que me digas chorradas, sólo para que puedas estar seguro de que yo también estoy pensando en ti.
Quiero que nos riamos mientras hacemos el amor. Que empecemos a reírnos porque estamos probando cosas nuevas y no tienen sentido. Quiero que estemos con nuestros amigos, para que me cojas de la mano y me lleves a otra habitación porque ya no puedes aguantarte más y tienes ganas de hacerme el amor ahí mismo. Quiero intentar permanecer en silencio porque hay gente y nos pueden oír.
Quiero comer contigo, que me hagas hablar sobre mí misma y que tú hables sobre ti. Quiero que discutamos sobre cuál es mejor, la costa norte o la costa sur, el barrio occidental o el oriental. Quiero imaginar el apartamento de nuestros sueños, aun sabiendo que probablemente nunca vivamos juntos. Quiero que me cuentes tus planes, esos que no tienen ni pies ni cabeza. Quiero sorprenderme diciendo: "Coge tu pasaporte, que nos vamos".
Quiero tener miedo contigo. Hacer cosas que no haría con nadie más, porque contigo me siento segura. Volver a casa muy borracha después de una buena noche con amigos. Para que me cojas la cara, me beses, me uses como tu cojín y me abraces muy fuerte por la noche.
Quiero que tengas tu vida, para que decidas irte de viaje unas semanas por puro capricho. Para que me dejes aquí, sola y aburrida, deseando que salte tu carita en Facebook diciéndome "hola".
No quiero que siempre me invites a tus juergas, y no quiero invitarte siempre a las mías. Así, al día siguiente puedo contarte cómo fue la noche y tú puedes contarme la tuya.
Quiero algo que sea simple y, a la vez, complicado. Algo que haga que, a menudo, me haga preguntas a mí misma, pero que, en el momento que esté contigo en la misma habitación, desaparezcan todas las dudas. Quiero que pienses que soy guapa, que estés orgulloso de decir que estamos juntos.
Quiero que me digas te quiero y, sobre todo, poder decírtelo yo a ti. Quiero que me dejes andar por delante de ti para que puedas ver cómo se mueve mi culo de lado a lado. Para que me dejes arañar las ventanas de mi coche en invierno porque mi culo se contonea y eso te hace sonreír.
Quiero hacer planes sin saber si al final los realizaremos. Estar en una relación clara. Quiero ser esa amiga con la que adoras quedar. Quiero que sigas teniendo el deseo de tontear con otras chicas pero que me busques a mí para terminar la noche juntos. Porque quiero ir contigo a casa.
Quiero ser esa a la que le haces el amor y después te quedas dormido. La que te deja en paz cuando estás trabajando y a la que le encanta cuando te pierdes en tu mundo de música. Quiero tener vida de soltera contigo. Porque nuestra vida de pareja sería igual que nuestras vidas de solteros de ahora, pero juntos.
Un día, te encontraré".

lunes, 21 de septiembre de 2015

1º comentario: Las personas migrantes




Miles de personas escapan de hambrunas, conflictos bélicos, persecuciones... y su destino es la Europa rica y en paz. ¿Podrá esta Europa soportar la carga?